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¿Qué es el impuesto patrimonial propuesto por Morena?

Remo'sPrinselAsiagoAmbasciata d'Italia Città del Messico

Econologika

19 de mayo de 2020 (06:33 hrs.) - Ayer, en México, algunas cámaras empresariales y miembros del poder legislativo rechazaron enérgicamente la propuesta de Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de Morena —el partido que detenta la mayoría en el congreso y que llevó a la victoria al presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018— de dar facultades al Inegi, el organismo público responsable del Sistema Nacional de Información Estadística, para obtener datos del patrimonio de las personas y presentar periódicamente un informe sobre la totalidad de activos de cada individuo.

Se trata de una iniciativa —hoy descartada por el presidente de la república— para establecer lo que se conoce internacionalmente como impuesto sobre el patrimonio, a veces también llamado impuesto sobre la fortuna.

A diferencia de un impuesto sobre la renta (por ejemplo, el ISR), el impuesto patrimonial no afecta el flujo de riqueza de los contribuyentes durante un período determinado, sino una disponibilidad que puede haberse acumulado incluso durante lapsos de tiempo muy largos.

Se calcula sobre el monto de bienes muebles e inmuebles —dinero, casas, acciones, objetos de valor y bonos— y puede aplicarse tanto a personas físicas como morales. También puede ser fijo o variable.

En el primer caso, los contribuyentes lo pagan indistintamente por la misma cantidad. En el segundo, varía de acuerdo con el monto total de los activos poseídos. Además, puede ser “extraordinario”, es decir, aplicado solo una vez, o periódico cuando se paga de forma regular. Se habla de impuestos, y no de derechos, sobre la propiedad porque se liquidan no por un servicio recibido sino por actividades que el Estado o los organismos públicos realizan a favor de la comunidad a lo largo del tiempo.

El impuesto patrimonial en Italia y en el mundo

En la actualidad el impuesto patrimonial se aplica en algunos países del mundo, entre los cuales España, Francia, Noruega, Suiza y la India.

En la historia italiana reciente, este tipo de impuesto se utilizó en 1992 durante el gobierno de Giuliano Amato que, para evitar la quiebra financiera y permitir que la Lira permaneciera vinculada al sistema monetario europeo, introdujo un cargo forzoso del 6 al millar en todas las cuentas corrientes bancarias.

Algunos consideran, sin embargo, que en el Bel Paese siguen existiendo versiones “escondidas” de este gravamen. Se dice que los impuestos sobre la propiedad de bienes inmuebles Imu y Tasi, por ejemplo —al no calcularse sobre un flujo de ingresos, sino sobre la posesión de activos— deben considerarse impuestos al patrimonio. Luego están el impuesto de timbre, la tenencia del automóvil, la tarifa de la licencia RAI, el impuesto sobre embarcaciones y aviones, el impuesto sobre transacciones financieras y sobre herencias y donaciones.

Pros y contras

Los defensores del impuesto patrimonial afirman que es un instrumento de justicia social: pide un sacrificio a los más ricos para ayudar a quienes de otro modo no podrían seguir adelante. Los que están en desacuerdo, en cambio, afirman que es un tributo injusto porque grava por segunda vez activos que generalmente se han acumulado a través de ingresos ya sujetos a impuestos.

(massimo barzizza / puntodincontro.mx)

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