2 maggio 2011. - Riporto la notizia traducendo e riassumendo l’articolo di Peter Baker, Helene Cooper e Mark Mazzetti apparso sul New York Times online.

Ieri sera il Presidente B. Obama ha annunciato che “Giustizia è fatta”, l’esercito e la CIA hanno finalmente catturato Bin Laden, il capo di Al Qaeda, cui davano la caccia da 10 anni, in un luogo a circa un’ora di macchina a nord della capitale del Pakistan Islamabad, dove era nascosto in una base militare, in casa non aveva telefono e collegamenti internet. Dopo un conflitto a fuoco hanno ucciso Osama Bin Laden e preso in custodia il corpo. La tradizione musulmana richiede la sepoltura entro le 24 ore dalla morte, e lui è stato seppellito in mare, forse per evitare di creare un santuario per i fedeli seguaci.

La morte di Bin Laden è avvenuta circa 10 anni dopo che i terroristi di Al Qaeda sequestrarono 4 aerei passeggeri, due andarono a schiantarsi contro le due Torri del World Trade Center di New York, ed uno contro il Pentagono a Washington. Il quarto, diretto verso la Casa Bianca, si schiantò in Pennsylvania poiché i passeggeri combatterono contro i terroristi.  

La notizia ha generato immense manifestazioni di giubilo, alla Casa Bianca, a Times Square e a Ground Zero. Bandiere, urla, risate e canti soprattutto da parte dei giovani, cresciuti con l’incubo del terrorismo islamico, impersonato dalla figura onnipotente e sempre sfuggente di Bin Laden, un uomo che sembrava governare il mondo con annunci video preparati e diffusi con scaltra competenza comunicativa.

Gli analisti dicono che la morte di Bin Laden è un grosso colpo per Al Qaeda, dopo che i suoi sermoni di violenza anti-occidentale erano già diventati irrilevanti per l’ondata della sollevazione politica che attraversa il mondo arabo. I simpatizzanti di Al Qaeda hanno reagito increduli, con rabbia e minacciano vendetta. “L’America raccoglierà quello che ha seminato…i leoni resteranno leoni e continueranno a muoversi sui passi di Osama”.

Da notare che i simpatizzanti di Al Qaeda sono solo una piccola parte del mondo islamico. Negli USA, the Council on American-Islamic Relations, ha manifestato soddisfazione per la morte di Bin Laden perché, secondo loro, egli non ha mai rappresentato i musulmani o l’Islam, infatti, oltre ad aver ucciso migliaia di americani, lui ed Al Qaeda hanno causato la morte di tantissimi musulmani in tutto il mondo.

Se è consentito su questo argomento di risonanza mondiale qualche commento dalla mia modesta penna, subito mi viene in mente il collegamento di questa notizia con gli annunci diffusi un paio di settimane fa da tutti i canali di comunicazione circa la ricandidatura di Barack Obama per le prossime elezioni presidenziali, quelle che avranno luogo nel novembre del 2012, contro un avversario repubblicano ancora in via di definizione. Per ora è un colpo di fortuna per il Presidente in carica, tenendo conto del fatto che la politica estera conta molto per gli americani, ma sicuramente meno dell’andamento dell’economia interna. Alla fine del suo mandato Obama sarà giudicato per l’economia: creazione di nuovi posti di lavoro, distribuzione del carico fiscale, spesa pubblica, sanità ed istruzione saranno i temi centrali del prossimo dibattito pre - elettorale. Tuttavia la politica estera ha un peso considerevole, forse determinante, se teniamo conto che in questo caso essa significa non solo la presenza più o meno significativa degli USA nel mondo, ma anche e soprattutto, la sicurezza interna come risultato della lotta al terrorismo, tema delicato e sentito da tutti.

La caduta dell’arcinemico, il responsabile della catastrofe delle Due Torri, del primo attacco straniero al territorio americano fino ad allora inviolato, è un successo altamente simbolico e ricco di risonanze emotive sulla massa degli americani, che soprattutto avrà un peso determinante nelle simpatie dei giovani e dei votanti indipendenti o incerti.

 

(emedoro@gmail.com)

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2 de mayo 2011. - Reporto la noticia traduciendo y resumiendo el artículo de Peter Baker, Helene Cooper y Mark Mazzetti publicado en la edición online del New York Times.

Anoche, el Presidente B. Obama anunció que "se hizo justicia": el ejército y la CIA finalmente capturaron Bin Laden, el líder de Al Qaeda, al que buscaban desde hace 10 años, en un lugar a una hora en coche al norte de la capital de Pakistán, Islamabad, donde se había escondido en una base militar. En su casa no tenía teléfono ni conexión a Internet. Después de un tiroteo Osama Bin Laden fué muerto y el cuerpo fue tomado en custodia. La tradición musulmana exige el entierro dentro de las 24 horas siguientes a la muerte y él fue arrojado al mar, tal vez para evitar la creación de un santuario para los fieles seguidores.

La muerte de Bin Laden se produjo cerca de 10 años después de que los terroristas de Al Qaeda secuestraron cuatro aviones de pasajeros, dos de los cuales se estrellaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York y uno contra el Pentágono en Washington. El cuarto se dirigía a la Casa Blanca, pero se estrelló en Pennsylvania cuando los pasajeros lucharon contra los terroristas.

La noticia ha generado un júbilo inmenso en la Casa Blanca, en Times Square y en la Zona Cero. Banderas, gritos, risas y cantos, especialmente entre los jóvenes, crecidos con el fantasma del terrorismo islámico, personificado por la poderosa figura de Bin Laden que parecía cada vez más difícil de alcanzar; un hombre que daba, a veces, la impresión de poder dominar al mundo con anuncios de vídeo preparados y difundidos con gran habilidad comunicativa.

Los analistas dicen que la muerte de Bin Laden es un duro golpe para Al Qaeda, después de que sus sermones a favor de la violencia antioccidental se habían vuelto irrelevantes por la ola de agitación política que envuelve el mundo árabe. Los partidarios de Al Qaeda han reaccionado con incredulidad, enojo y amenazas de venganza. "Estados Unidos va a cosechar lo que sembró ... los leones siempre serán leones y avanzarán siguiendo los pasos de Osama."

Es importante tener en cuenta que los simpatizantes de Al Qaeda son sólo una pequeña parte del mundo islámico. En los Estados Unidos, el Consejo para las Relaciones Americano-Islámicas expresó su satisfacción por la muerte de Bin Laden, porque —según ellos— nunca representó a los musulmanes ni al Islam. De hecho, además de haber matado a miles de estadounidenses, Al Qaeda ha causado la muerte de muchísimos musulmanes en todo el mundo.

Si se me permiten algunos comentarios sobre este tema de importancia mundial, inmediatamente me viene a la mente la relación entre esta noticia y los anuncios difundidos hace un par de semanas por todos los canales de comunicación acerca de la candidatura de Barack Obama para las próximas elecciones presidenciales, que tendrán lugar en noviembre de 2012 contra un oponente republicano aún por definir. Por ahora se trata de un golpe de suerte para el Presidente, teniendo en cuenta que la política exterior tiene mucha importancia para los estadounidenses, aunque sin duda menos que la economía. Al final de su mandato, Obama será juzgado precisamente por la economía: la creación de nuevos puestos de trabajo, la distribución de la carga fiscal, el gasto público, la salud y la educación son los temas centrales del próximo debate preelectoral. La política exterior, sin embargo, también tiene un peso considerable, tal vez decisivo, si tenemos en cuenta que en este caso lleva implícitos factores como la presencia de los Estados Unidos en el mundo y, sobre todo, la seguridad interna como resultado de la lucha contra el terrorismo, un tema delicado y escuchado por todos.

La caída del gran enemigo, responsable de la catástrofe de las Torres Gemelas —el primer ataque extranjero en territorio estadounidense, que hasta entonces no había sido violado— es un acontecimiento altamente simbólico y lleno de resonancia emocional para los estadounidenses y puede ser un factor decisivo para determinar el voto de los jóvenes así como de los electores independientes o inciertos.

 

(emedoro@gmail.com)