12 giugno 2012 - Il quartiere Roma è uno dei posti più affascinanti di Città del Messico, caratterizzato dall’Art Nouveau (più conosciuto in italia come stile Liberty) presente in ogni dettaglio delle case e dei palazzi. Camminare per le strade di questa zona fa inevitabilmente volare la mente fino ai tempi del “Porfiriato” e, quasi per magia, le donne si trasformano e ci appaiono avvolte da vestiti ampli con ombrelli e cappelli pieni di fiori, mentre gli uomini, eleganti e galanti, contribuiscono a completare il panorama della capitale messicana del primo ‘900.
 

Un balcone di Casa Lamm.
 

La colonia Roma, come si chiama in spagnolo, ebbe origine all’epoca di Porfirio Diaz con la creazione della Tenuta della Romita, luogo dove oggi si può trovare una piccola capella con stradine all’intorno e una bella piazza. Il quartiere sorse dalla suddivisione dei terreni della tenuta. In quell’epoca la popolazione di classe media e alta cominciò a spostarsi dal centro città verso le  colonias, denominazione che prese ispirazione dai primi insediamenti europei in America dato che queste nuove zone seguivano le regole urbanistiche dell’Ovest.

Con il passar del tempo, alcune famiglie cominciarono a costruirsi grandi case di stile francese. Oggi si possono ancora vedere —testimoni di questa tendenza— opere architettoniche come Casa Lamm, l’edificio Rio de Janeiro, Balmori e altre belle dimore dell’epoca.

Anche le strade alberate —come l’Avenida Álvaro Obregón— con le sue rotonde agli incroci adornate da fontane e sculture classiche, contribuiscono a creare un’atmosfera poco comune. Lungo la Calle Orizaba fu edificato il Tempio della Sacra Famiglia e a Piazza Rio de Janeiro —sede regolare di mostre ed esposizioni d’arte contemporanea— si trova una delle repliche bronzee più fedeli del mondo del David di Michelangelo.

Ma qui, nella colonia Roma, non c’è solo arte: negli ultimi anni sono stati inaugurati moltissimi ristoranti, caffè, gelaterie, parchi, palestre, ospedali ed altri pezzi di “arredamento urbano” che contribuiscono con il loro stile a rendere questa zona un vero campione di nostalgia italiana.

Per questo, e forse anche per molti altri motivi, tutti gli italiani residenti nella capitale messicana dovrebbero stabilirsi in questo quartiere per completare questa strana mescolanza di culture e sapori.

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*Priscila Karina Arenas Chipola è nata a Città del Messico dove attualmente frequenti i corsi superiori di italiano impartiti della Società Dante Alighieri.

 

(priscila karina arenas chipola / puntodincontro)

 

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12 de junio de 2012 - La colonia Roma es uno de los lugares más fascinantes de la Ciudad de México, caracterizada por el Art Noveau presente en cada detalle de las casas y edificios. Caminar por las calles de esta zona inevitablemente hace volar la mente hasta los tiempos del “Porfiriato” y, como  magia, las mujeres se transforman y en ocasiones aparecen con vestidos amplios con paraguas y sombreros llenos de flores, mientras los hombres, elegantes y corteses, contribuyen a complementar el panorama de la capital mexicana de principios del 900’s.

La colonia Roma, como se llama en español, tuvo su origen en la época de Porfirio Díaz con la creación de la Hacienda de la Romita, lugar donde hoy se puede encontrar una pequeña capilla con callejones alrededor y una bella plaza. La colonia surge de la división de los terrenos de la Hacienda. En aquella época, la población de clase media y alta comenzó a mudarse del centro de la ciudad hacia las colonias, nombre que toma su inspiración en los primeros asentamientos europeos en América dado que estas nuevas zonas seguían las reglas urbanísticas del Oeste.

Con el pasar del tiempo, algunas familias comenzaron a construirse grandes casas de estilo francés. Hoy se puede ver todavía- testimonios de esta tendencia- obras arquitectónicas como Casa Lamm, el edificio Río de Janeiro, Balmori y otras viviendas de la época.

También las calles llenas de árboles- como la Avenida Álvaro Obregón- con sus glorietas en las esquinas adornadas de fuentes y esculturas clásicas, contribuyen a crear una atmósfera poco común. A lo largo de la calle Orizaba fue construido el templo de la Sagrada Familia y la Plaza Río de Janeiro -sede común de muestras y exposiciones de arte contemporáneo- donde se encuentra una de las replicas de bronce más fieles en el mundo del David de Miguel Ángel.

Pero aquí, en la colonia Roma, no sólo hay arte: en los últimos años han inaugurado muchos restaurantes, cafeterías, neverías, parques, gimnasios, hospitales, y otras piezas de diseños urbanos que contribuyen con su estilo a hacer de esta zona un verdadero campeón de nostalgia italiana.

Por esto, y quizá también por otros motivos, todos los italianos residentes en la capital mexicana deberían establecerse en esta colonia para completar esta extraña mezcla de cultura y sabores.

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*Priscila Karina Arenas Chipola nació en la Ciudad de México, donde actualmente es alumna de los cursos superiores de Italiano de la Sociedad Dante Alighieri.

 

(priscila karina arenas chipola / puntodincontro)