21 de noviembre de 2018
- La Torre de Pisa es estable y muy lentamente
está reduciendo su pendiente.
En veinte años, el campanario —uno de los
monumentos más famosos del mundo— ha recuperado
alrededor de 4 centímetros de inclinación y su
estado de salud es mejor que el pronosticado por
el comité internacional coordinado por Michele
Jamiolkowski entre 1993 y 2001, que diseñó y
coordinó las obras de consolidación.
La “certificación” de las buenas condiciones
proviene del grupo de vigilancia formado por
Salvatore Settis, Carlo Viggiani y Donato Sabia,
quienes han estado observando los movimientos
del monumento durante más de 17 años.
«La
Torre» - explica Nunziante Squeglia, profesor de
Geotecnia en la Universidad de Pisa y
colaborador del Grupo de Vigilancia - «desde que
comenzó el tratamiento, ha reducido su pendiente
en unos 2 mil segundos sexagesimales, más o
menos la mitad de un grado, que corresponde a
alrededor de 45v centímetros. Las “oscilaciones”
ahora varían entre 1 y 2 milímetros por año,
pero lo más importante es la estabilidad del
campanario, que es mejor que las predicciones
iniciales».
Las
actividades del Grupo de Vigilancia están
respaldadas económica y administrativamente por
la Opera della Primaziale Pisana y
consisten en el análisis de los movimientos de
la Torre, en la mejora de la calidad de las
medidas llevadas a cabo, en la gestión y
expansión del sistema de monitoreo, en la
promoción de estudios y en investigaciones
orientadas a un mayor conocimiento del
comportamiento estático y dinámico del
campanario.
(ansa.it / puntodincontro.mx / adaptación y
traducción al español de massimo barzizza)
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