2 de agosto de 2020 (9:05 hrs.) - En Liguria, las Cinque Terre —protegidas desde 1997 por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad— constituyen una de las áreas naturales más incontaminadas del Mediterráneo.

En las colinas sobre sus aldeas suspendidas entre mar y tierra —Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso— la viticultura produce un vino de mesa blanco seco D.O.C. y el Sciacchetrà, un vino dulce conocido ya en la época de los romanos, y crea un paisaje único en el mundo.

RIOMAGGIORE - Bajo los techos de pizarra de sus casas que se inclinan hacia el mar, aferrándose a la colina marcada por un sistema de terrazas que favorece una viticultura particularmente prestigiosa, Riomaggiore es la tierra del Sciacchetrà, uno de los vinos dulces más preciados de Italia. Esta antigua aldea es también el punto de partida de la Via dell'Amore que conduce a Manarola, un paseo peatonal evocador desde donde se pueden admirar hermosos paisajes, entre el sonido de las olas rompiendo en las rocas y el aire salobre.

MANAROLA: pintoresco en verano, sugestivo en Navidad cuando se ilumina con su nacimiento nocturno, Manarola ha sido descrito como el pueblo más poético de las Cinque Terre, tal vez porque, junto con Riomaggiore, es uno de los dos extremos de la famosa Via dell'Amore. Encaramado en un empinado promontorio de roca oscura, esta romántica aldea se caracteriza por las coloridas casas que descienden en pasos hacia el mar, fusionándose con los aromas del matorral mediterráneo, el tomillo, el romero y los viñedos.

CORNIGLIA: con vistas al mar desde un acantilado de unos 100 metros de altura, Corniglia ofrece un panorama único del mar cristalino de las Cinque Terre, así como un centro habitado muy pintoresco envuelto en viñedos y terrazas que lo rodean por tres lados. Las playas, auténticos paraísos donde el mar tiene transparencias y matices verdaderamente excepcionales, son la otra joya de Corniglia, alcanzables solo a través de una larga escalera de ladrillos o recorriendo la carretera que sube desde el ferrocarril.

VERNAZZA: las coloridas y encaramadas casas, los altibajos de los callejones, las lanchas que se mueven en el agua frente a la pequeña playa: para algunos, Vernazza es el pueblo más sugestivo de las Cinque Terre. El verde de los viñedos, la fachada medieval de la iglesia de S. Margherita di Antiochia, la pequeña plaza con las mesas de los restaurantes, las casas con los colores típicos de Liguria, las tiendas artesanales en los estrechos callejones le dan a Vernazza un ambiente a medio camino entre lo tradicional y el cuento de hadas.

MONTEROSSO AL MARE - El antiguo pueblo costero de Monterosso al Mare es el menos escarpado de las Cinque Terre. Sus playas, los maravillosos acantilados y las aguas del mar hacen de esta aldea una de las más acogedoras de la Riviera oriental de Liguria. Junto a una buena oferta de restaurantes donde se pueden degustar las especialidades de la gastronomía local y probar excelentes vinos blancos, el pueblo también cuenta con un importante patrimonio arquitectónico y eventos como el festival del limón.

(puntodincontro.mx)