14 de febrero de 2020 (15:04 hrs.) - En 1975 el gobierno chino regaló a México dos ejemplares de oso panda, una hembra y un macho.

La pareja, que llegó adolescente al Zoológico de Chapultepec de la capital del país latinoamericano, tuvo su primera cría en 1980, Xen Li. Sin embargo, este osezno sobrevivió sólo 8 días, ya que murió aplastado accidentalmente por su madre cuando dormían.

La siguiente descendiente fue Tohui, que nació en 1981. Para ella fue compuesta una canción que, a través de la voz de la cantante Yuri, alcanzó un gran éxito en esos años. Esta cría se volvió un emblema no sólo del zoológico y del país, sino también de la conservación de los pandas en el mundo.

Tohui, que significa “niño” en lengua Tarahumara, fue el nombre que se escogió en un concurso a nivel nacional, antes de que se supiera que era hembra.

Además de Xen Li y Tohui, los dos pandas regalados de China procrearon al macho Liang Liang (que significa brillo) y a las dos hembras Xin Hua (flor de diente de león) y Shuan Shuan (doble doble).

En total en México nacieron 7 pandas, de los cuales 4 sobrevivieron al parto y a los primeros días de vida. A lo largo de los años, además de sus progenitores, algunos de ellos han muerto a causa de la edad o de enfermedades.

Hoy siguen con vida las dos hembras Shuan Shuan y Xin Xin.

Shuan Shuan, de 31 años, es hija de los primeros pandas que llegaron a México y hermana de Tohui.
Xin Xin, de 28 años, es la descendiente de Tohui con el macho Chia Chia (el mejor) que fue traído del zoológico de Londres. Shuan Shuan y Xin Xin son los dos únicos pandas en el mundo que no pertenecen a China.

En un principio el gobierno de China regalaba osos a diferentes países en señal de buena voluntad, en el contexto de la que se conoció como la “diplomacia de los pandas”.

Pero, a mediados de la década de los 80, Pekín cambió sus reglas debido a que los animales estaban en peligro de extinción. A partir de entonces, los ejemplares que salen de China o que nacen en el extranjero siguen perteneciendo al gobierno chino y se consideran que están en asignación temporal a cambio de fondos que se destinan a programas de conservación y reproducción.

Los ejemplares que se encuentran el zoológico de la Ciudad de México, sin embargo, son descendientes de pandas que todavía no entraban en ese programa, por lo que no pertenecen al país asiático.

(massimo barzizza / puntodincontro.mx)